Antes de iniciar la limpieza, es importante proteger el cuero de la luz solar directa, que puede causar un cambio de color no deseado. Asegúrate de tener las herramientas adecuadas, como paños de microfibra y cepillos de cerdas suaves, que permiten una limpieza efectiva sin dañar la superficie.
Los paños de microfibra son ideales para limpiar sin rayar, mientras que los cepillos de cerdas suaves son perfectos para alcanzar rincones y costuras. Estas herramientas son esenciales para una limpieza suave pero efectiva.
A continuación, te explicamos los pasos que debes seguir para limpiar cuero blanco de forma correcta y segura:
1. Lo primero que debes hacer es quitar el polvo y la suciedad superficial con un paño suave y seco. Pasa el paño por toda la superficie del artículo de cuero, sin frotar ni presionar demasiado.
2. A continuación, prepara una solución de agua tibia y jabón neutro o detergente líquido para ropa delicada. Mezcla una cucharada de jabón por cada litro de agua y remueve bien hasta que se disuelva.
3. Humedece otro paño suave y limpio con la solución jabonosa y escúrrelo bien para que no gotee. Pasa el paño por el artículo de cuero, siguiendo la dirección de las fibras y sin mojarlo demasiado. Si hay alguna mancha más resistente, puedes frotar suavemente con una esponja o un cepillo de cerdas suaves.
4. Después, enjuaga el paño con agua limpia y escúrrelo bien. Pasa el paño por el artículo de cuero para retirar los restos de jabón y suciedad.
5. Por último, deja secar el artículo de cuero al aire libre, pero sin exponerlo directamente al sol ni a fuentes de calor. Una vez seco, puedes aplicar un producto hidratante o acondicionador para el cuero, que le devolverá la suavidad y el brillo al material.